19/3/13


Llega el mobiliario

Durante el primer tiempo del funcionamiento de CEREC los alumnos y las alumnas no quedaban a dormir, porque aún no estaban hechos los dormitorios ni había mobiliario apropiado. Pero el momento llegó. Poco antes de la inauguración llegaron las camas marineras para los dormitorios.


Se organizó una limpieza, tanto de los dormitorios como de las camas. Y ya que estábamos en eso, también se limpiaron las aulas, los bancos, las mesas… El hecho de ver las camas entusiasmó mucho a todo el alumnado, y a los docentes también.


Poco después también llegaron los colchones, listos para ser usados. Pero no fue así con las almohadas. La JUM había comprado bloques de goma espuma, seguramente para hacer rendir más el dinero. Pronto se acercaron los varones, para estudiar la situación. Finalmente se cortaron las almohadas con cuchillos de la cocina. Así de simple.

Mientras tanto, las chicas encontraron la tela destinada a ser las fundas de las almohadas. Rápidamente se pusieron a cortar y coserlas. Como aún no había máquina de coser, todas las fundas se cosieron a mano. Varias tardes se dedicaron a esta actividad.

Mientras cosían, las chicas iban elucubrando, quién dormiría en qué cama, quién estaría arriba (los lugares más codiciados) y quién abajo, quién cerca de la ventana y quién cerca de la puerta. Yo no me acuerdo cómo se resolvieron esas cuestiones, pero fue material para muchas charlas y risas.

Una de las cosas que fue motivo de comentarios, era el hecho de que cada cama era para una persona. Ellas en sus casas estaban acostumbradas a tener camas muy anchas hechas de cuatro patas y unos tirantes de madera, que estaban unidos por un entretejido de lonjas de cuero. Les parecía que los elásticos de madera iban a ser demasiado duros, en comparación del cuero que estaban acostumbradas.

Para mí no fue fácil entenderlas, porque toda la conversación se llevaba a cabo en el idioma qom. Me ayudó a seguir las conversaciones Beatriz, una de los tres docentes qom, que nos ayudaban durante las clases.

Ricardo, Beatriz y Chacho habían sido elegidos por la comunidad, para que realizaran esta tarea. Lo que habían evaluado los representantes de la comunidad era su conocimiento del idioma qom, de las costumbres y usanzas comunitarias, entre otros aspectos.

Texto, traducción al alemán y fotos: Ruth Schwittay


Die Möbel kommen

Während der ersten Betriebszeit von CEREC blieben die Schüler und Schülerinnen nicht zum Schlafen in der Schule, weil die Schlafräume noch nicht gebaut worden waren und es auch keine angemessenen Möbel dazu gab. Aber die Zeit kam bald. Kurz vor der Einweihung trafen die Stockbetten für die Schlafzimmer ein.

Es wurde eine Reinigungsaktion gestartet, sowohl der Schlafräume wie auch der Betten. Da wir nun schon einmal dabei waren, wurden auch die Schulräume, die Bänke, die Tische gründlich geputzt... Die Tatsache, dass die Betten endlich da waren, hat die ganze Schülerschaft begeistert, und die Lehrkräfte auch.


Kurz danach kamen auch die Matratzen, fertig für den Gebrauch. Aber mit den Kopfkissen war dem nicht so. Die JUM hatte Schaumgummiblocks gekauft, wahrscheinlich, um mehr mit dem Geld machen zu können. Bald umringten die Jungen die Blöcke, um die Situation zu beurteilen. Schließlich wurden die Kissen mit Küchenmessern zugeschnitten. So einfach.

Während dessen fanden die Mädchen den Stoff für die Kopfkissenüberzüge. Schnell war man beim Zuschneiden und Nähen. Weil es noch keine Nähmaschine gab, wurden alle Überzüge per Hand genäht. Mehrere Nachmittage dauerte der Aufwand.

Während sie nähten, überlegten die Mädchen, wer wohl in welchem Bett schlafen würde, wer oben (die begehrtesten Plätze), wer unten, wer nahe dem Fenster und wer nahe der Tür. Ich erinnere mich nicht mehr, wie diese Fragen gelöst wurden, aber sie waren Material für lange Gespräche und viel Gekichere.

Noch eine Sache war Grund für Kommentare, nämlich die Tatsache, dass jedes Bett für eine einzige Person sei. Sie waren von zu Hause aus an sehr breite Betten mit vier Holzpfosten und seitliche Leisten gewohnt, auf denen ein Geflecht von Lederstreifen angebracht war. Sie meinten, dass die Holzlatten sicherlich sehr hart seinen, verglichen mit dem Leder, an das sie gewöhnt waren.

Für mich war es nicht leicht, sie zu verstehen, denn die Gespräche wurden in der Qom-Sprache geführt. Geholfen hat mir Beatriz bei diesen Konversationen, einer der Qom-Lehrkräfte, die uns beim Unterricht halfen.

Ricardo, Beatriz und Chacho waren von der Gemeinde auserwählt worden, damit sie diese Aufgabe übernehmen sollten. Worauf die Gemeindevertreter sehr bei der Auswahl geachtet hatten, waren ihre Kenntnisse der Qom-Sprache, ihr Wissen über die Qom-Gewohnheiten und Bräuche, unter anderen Aspekten.

Text, Übersetzung ins Deutsche und Fotos: Ruth Schwittay


No hay comentarios:

Publicar un comentario